Si bien siempre es cierto para la pasta tradicional, cuyos ingredientes se limitan a la harina de trigo y al agua, no siempre es así para las alternativas que utilizan granos naturalmente libres de gluten (u otras materias primas). Así que, no, la pasta sin gluten no es siempre vegana, y para asegurarte de eso, tienes que tener cuidado con el empaquetado y los ingredientes, especialmente los aditivos.
Para entender por qué es un error pensar que siempre es cierto que la pasta sin gluten es vegetariana, primero hay que tener claro qué función desempeña el gluten en la pasta: esta compleja matriz de proteínas da a la pasta una estructura estable, permitiendo que se forme calibrando cuidadosamente la elasticidad y la dureza, tanto del producto que se hace como del producto acabado.
¿Pero qué pasa cuando se usan otros ingredientes que no sean los clásicos para preparar una pasta sin gluten? La ausencia de gluten dificulta el procesamiento de la masa, que pierde lo que podríamos llamar su "columna vertebral", que debe ser reemplazada de alguna manera. Aquí es donde entran en juego ciertos aditivos, como los mono y diglicéridos de ácidos grasos, codificados como E471. Como habrán adivinado por el nombre, son derivados de animales, que hacen que algunos tipos de pasta sin gluten no sean vegetarianos.
Pero ten cuidado: no todos los aditivos que se pueden añadir a la pasta sin gluten son de origen animal. El sorbato de sodio, por ejemplo, es un conservante y puede añadirse para prolongar la vida útil de un producto. Así que, para asegurarse de que la alternativa que está comprando es realmente adecuada para una dieta vegana, revise el envase cuidadosamente.